En el podcast de hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre los cereales y azúcar en la dieta. un podcast imprescindible si tienes hijos en casa y te interesa la alimentación.
No te lo pierdas porque vamos a resolver las principales preguntas que tienes.
Cereales y azúcar en la dieta de nuestros hijos.
Cereales integrales vs cereales refinados
En la alimentación de los bebés y niños, existe la creencia popular de que los cereales infantiles son un complemento indispensable a partir de cierta edad.
¿Es cierto que tienen azúcares añadidos? ¿Cómo incorporamos los cereales en la dieta del niño? ¿Optamos por las opciones integrales o nos vale con las refinadas?
En este podcast, vamos a dar respuesta a todas estas dudas y explicaremos qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir cereales para bebés y veremos cómo podemos incorporar los cereales de la forma más adecuada para que los peques aprendan a comerlos y además nutricionalmente sean la mejor opción.
Los cereales infantiles: ¿Un complemento nutricional imprescindible?
Es muy habitual encontrarse con familias que a los 5 meses reciben la recomendación de que empiecen ya la alimentación complementaria con cereales para bebés.
La leche materna o la fórmula infantil son los únicos alimentos que un bebé necesita durante los primeros 6 meses de vida.
Estos alimentos proporcionan todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo óptimos.
A partir de los 6 meses, como hemos hablado en el episodio específico de la alimentación complementaria, que los bebés alcanza la madurez digestiva adecuada para comenzar a consumir alimentos diferentes, como complemento a la leche materna o fórmula.
Pero, esto no justifica que los cereales deban ser el primer alimento que se introduzca y menos que tenga que ser en forma de cereales en polvo
¿Por qué hay tanta controversia con los cereales para bebés?
Uno de los puntos más controvertidos de los cereales infantiles es su alto contenido en azúcares añadidos.
La OMS recomienda que los niños menores de 2 años no consuman azúcares libres.
Sin embargo, muchos cereales infantiles del mercado contienen cantidades elevadas de azúcares añadidos en forma de sacarosa, jarabe de maíz de alta fructosa o miel.
Además, el proceso de dextrinación o hidrólisis, que rompe el almidón en cadenas más pequeñas, libera gran cantidad de azúcares sencillos. Este proceso se hace para que el cereal sea más fácilmente digerible, cosa que a partir de los 6m no es necesaria
¿Qué riesgos tiene el consumo de azúcares añadidos en bebés?
El consumo de azúcares añadidos en bebés puede tener consecuencias negativas para su salud, como:
- Riesgo de caries dental
- Sobrepeso y obesidad
- Hábitos alimenticios poco saludables
Realmente los cereales para bebés no son necesarios, pero si se desean incorporar, es importante que nos fijemos en marcas que no dextrinan el cereal y que no tienen más ingredientes que el propio cereal y bueno la vitamina B1 que por ley, se exige añadir.
Y si queremos introducir los cereales de otra manera, ¿cómo lo podemos hacer?
Otro aspecto que genera debate es la elección entre cereales integrales y refinados
Cereales integrales: Conservan todas las partes del grano (salvado, germen y endospermo), lo que los hace más ricos en fibra, vitaminas y minerales. La fibra favorece el correcto funcionamiento del sistema digestivo y previene el estreñimiento.
Cereales refinados: Han sido procesados para eliminar el salvado y el germen, perdiendo gran parte de sus nutrientes y fibra.
Los cereales integrales pueden interferir en la absorción del hierro?
La respuesta es sí, pero en cierta medida y bajo condiciones específicas. Los cereales integrales contienen ácido fítico, una sustancia que se une al hierro en el intestino y puede dificultar su absorción.
Pero debemos saber que con el cocinado, se destruye gran parte del ácido fítico, por lo que ya no se produce este problema.
Además, es interesante acompañar las comidas ricas en hierro de vitamina C para aumentar la absorción de este mineral.
Los cereales integrales son un componente valioso de una dieta saludable y no deben excluirse por temor a la interferencia en la absorción de hierro.
Y si los niños no quieren más que pan blanco o arroz blanco?
Como siempre que hablamos de alimentación infantil, el paladar se educa.
Pero no debemos pasar del blanco al negro de golpe, porque es probable de que la respuesta sea un no quiero o qué asco.
Por lo que podemos ir haciendo pequeñas modificaciones y cambios en casa, para que la transición sea aceptada e integrada.
Por ejemplo: mezclar el arroz blanco con parte de integral, comprar algunos días panes de semillas o ir cambiando los cereales de desayuno comerciales por opciones más naturales y sin azúcares añadidos.
¿Qué podemos hacer para cambiar determinados hábitos que quizás se han ido instaurando?
Somos humanos y a veces claudicamos en determinados aspectos de la alimentación de nuestros peques, pero todo tiene solución y hoy queremos darte herramientas para que puedas hacerlo
- Conviértete en un detective del azúcar. Busca en las etiquetas la cantidad de azúcar agregada, que se esconde bajo nombres como “jarabe de maíz con alto contenido de fructosa”, “dextrosa” o “maltodextrina”. ¡Menos azúcar, mejor!
- Opta por productos con menos de 10 gramos de azúcar agregada por porción.
- Compara las etiquetas de diferentes marcas para elegir la opción más saludable.
- Adiós a las bebidas azucaradas:
- Agua fresca: El mejor hidratante para niños y adultos. Infúndela con frutas o hierbas para darle un toque de sabor.
- Evita refrescos, bebidas energéticas y zumos en brick: Más de azúcar y nada nutritivos.
- Desayunos campeones:
- Empezar el día con energía: Elige cereales integrales sin azúcar añadido, fruta fresca, yogur natural o huevos.
- Endulza con fruta: Añade trozos de plátano, fresas o arándanos a los cereales o el yogur.
- Crea tus propias tortitas: Una opción divertida y saludable para toda la familia. ¡Utiliza harina integral, avena o plátano como base y endulza con miel o sirope de arce de forma moderada!
- Snacks saludables:
- Fruta fresca: La mejor opción para saciar el gusanillo de forma natural. Corta frutas en trozos pequeños o prepara brochetas divertidas.
- Verduras: Bastoncitos de zanahoria, apio o pepino con un poco de hummus o guacamole. ¡Un snack crujiente y nutritivo!
- Frutos secos: Almendras, nueces o avellanas son una fuente saludable de proteínas y grasas buenas.
- Yogur natural: Combínalo con granola casera sin azúcar o fruta fresca.
- Palomitas de maíz caseras o palomitas de Hulk que son guisantes asados: Una alternativa saludable a las papas fritas llenas de grasa y sal.
- Cocina en familia:
- Involucra a los niños en la cocina: Deja que te ayuden a lavar las frutas y verduras, preparar la masa para galletas o decorar cupcakes saludables. ¡Cocinar juntos es una experiencia divertida y educativa!
- Experimenta con nuevas recetas: Busca recetas saludables y deliciosas que sean atractivas para los niños. ¡Hay un mundo de opciones por descubrir!
- Reduce el azúcar en las recetas: Disminuye gradualmente la cantidad de azúcar en tus recetas favoritas. ¡Tu paladar y el de tus hijos se adaptarán sin problemas!
- Sé un buen ejemplo:
- Los niños imitan lo que ven: Si comes de forma saludable, ellos también lo harán.
- Limita tu propio consumo de azúcar: Evita tener dulces y bebidas azucaradas a la vista.
- Disfruta de postres saludables: Prepara postres caseros con frutas, yogur natural o harina integral. ¡Demuestra que lo saludable también puede ser delicioso!
- Paciencia y constancia:
- Los cambios llevan tiempo: No te desanimes si al principio los niños se resisten a los cambios. Sigue ofreciendo opciones saludables y sé paciente.
- Celebra los logros: Reconoce y felicita a tus hijos por sus elecciones saludables. ¡Motivará a seguir adelante!
- Haz de la alimentación un momento agradable: Come en familia, crea un ambiente relajado y disfruta de la compañía de tus seres queridos.
En Nuestra Comunidad encontrarás la ayuda que necesitas.
Recuerda: ¡Reducir el consumo de azúcar no significa eliminar por completo los dulces! Se trata de encontrar un equilibrio y disfrutar de la comida de forma saludable y consciente. ¡Con estos consejos, estarás en el camino correcto para crear hábitos alimenticios saludables para toda la familia!
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