La microbiota intestinal y la alimentación de los peques tienen más en común de lo que imaginas.
En este podcast te revelaremos los últimos descubrimientos científicos sobre cómo lo que comemos influye en nuestro sistema inmunológico y en el bienestar general de nuestros pequeños.
Si tus peques han comenzado el cole y son una fábrica de mocos no te lo puedes perder.
Índice
La Alimentación, la Microbiota Intestinal y el Sistema Inmune en Niños: Una triada Esencial
Estamos con la vuelta al cole y las bajadas de temperatura y empiezan los primeros mocos.
La relación entre la alimentación, la microbiota intestinal y el sistema inmune en niños es un tema de creciente interés en la investigación médica. Cada vez se evidencia más que estos tres elementos están estrechamente interconectados y juegan un papel fundamental en el desarrollo y funcionamiento del organismo infantil.
¿Qué es la microbiota intestinal?
La microbiota intestinal está compuesta por billones de microorganismos (bacterias, virus y hongos) que habitan en nuestro intestino. Estos microorganismos no solo ayudan a digerir los alimentos, sino que también desempeñan un papel crucial en la regulación del sistema inmunológico, la producción de vitaminas y la protección frente a patógenos.
El papel de la alimentación en la microbiota intestinal
Aunque la salud intestinal está influenciada por muchos factores tanto externos como internos, la nutrición es el factor externo que más influye en la composición y función de la microbiota intestinal. Los alimentos que consumimos proporcionan nutrientes a estas bacterias, favoreciendo el crecimiento de unas especies sobre otras.
Ya el tipo de lactancia es determinante en la diversidad de la microbiota, que ser irá conformando y madurando en los siguientes años.
- Alimentos probióticos: Contienen bacterias beneficiosas vivas que, al llegar al intestino, pueden ayudar a restaurar el equilibrio de la microbiota. Ejemplos: yogur, kéfir, chucrut.
- Alimentos prebióticos: Son fibras dietéticas que sirven de alimento a las bacterias beneficiosas, estimulando su crecimiento. Se encuentran en alimentos como la cebolla, el ajo, los plátanos y los espárragos.
- Alimentos ricos en fibra: La fibra insoluble estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas y favorece el tránsito intestinal. Se encuentra en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
La conexión entre la microbiota intestinal y el sistema inmune
La microbiota intestinal y el sistema inmunológico están en constante comunicación. Las bacterias intestinales ayudan a madurar el sistema inmunológico en la infancia y a mantenerlo en equilibrio a lo largo de la vida.
- Barrera intestinal: La microbiota intestinal actúa como una barrera que protege al organismo de la entrada de patógenos.
- Modulación de la respuesta inflamatoria: Las bacterias intestinales ayudan a regular la respuesta inflamatoria, evitando reacciones exageradas que podrían dañar los tejidos.
- Producción de sustancias antimicrobianas: Algunas bacterias producen sustancias que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas.
- Educación del sistema inmunológico: La microbiota intestinal “educa” al sistema inmunológico para que distinga entre lo propio y lo extraño, evitando así reacciones alérgicas y autoinmunes.
La importancia de una alimentación saludable en la infancia
Una alimentación saludable en la infancia es fundamental para el desarrollo de una microbiota intestinal equilibrada y un sistema inmunológico fuerte.
- Lactancia materna: La leche materna contiene prebióticos y probióticos que favorecen el desarrollo de una microbiota intestinal saludable en los bebés.
- Dieta variada y equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y alimentos fermentados proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento de las bacterias beneficiosas.
- Limitación de alimentos ultraprocesados: Los alimentos ultraprocesados suelen ser bajos en fibra y nutrientes, y pueden alterar la composición de la microbiota intestinal.
Nutrientes claves en el sistema inmune:
Vitamina C:Famosa por su papel en la protección contra los resfriados, la vitamina C es esencial para la producción de células inmunitarias y actúa como antioxidante.
Vitamina D: Fundamental para la función de diversas células inmunitarias, incluyendo los macrófagos y las células T. La exposición al sol es la principal fuente de vitamina D, pero en otoño, los niveles pueden disminuir.
Zinc: Esencial para la función de numerosas enzimas involucradas en la respuesta inmunitaria.
Selenio: Actúa como antioxidante y es necesario para la producción de células T.
Omega-3: ácidos grasos poliinsaturados, presentes en pescados grasos, nueces y semillas, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a regular la respuesta inmunitaria.
Beneficios de una microbiota intestinal saludable en niños
- Reducción del riesgo de infecciones: Una microbiota intestinal equilibrada ayuda a proteger al niño de infecciones respiratorias, gastrointestinales y urinarias.
- Menor riesgo de alergias y enfermedades autoinmunes: Una microbiota intestinal saludable puede ayudar a prevenir el desarrollo de alergias y enfermedades autoinmunes.
- Mejor salud mental: Existe una creciente evidencia que sugiere que la microbiota intestinal puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento.
En resumen, la alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo de una microbiota intestinal saludable, la cual, a su vez, es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico en los niños. Fomentar una alimentación variada y equilibrada desde la infancia es una de las mejores inversiones para la salud a largo plazo.
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