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Todo lo que les enseña la naturaleza

Yolanda Velaz

Enfermera pediátrica y del trabajo con más de 15 años de experiencia.

¿Estás embarazada?

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La naturaleza tiene mucho que aportar…

En el podcast de hoy descubrirás cómo el contacto con la naturaleza puede enseñar a nuestros hijos resiliencia, frustración y adaptación en su día a día.
En definitiva debemos pensar en que tengan menos contacto con las pantallas y planificar más excursiones y contacto con el medio ambiente, hoy entenderás por qué.

¿Cuánto contacto con la naturaleza tienen tus hijos?

¿Y con las plantas?

Hoy quiero hablarte de la importancia de que nuestros pequeños exploren el increíble mundo de la naturaleza. ¡Un universo lleno de plantas que no solo decoran nuestro planeta, sino que también son fundamentales para su educación y alimentación!

Un jardín de aprendizaje

La naturaleza es un aula sin paredes, donde los niños aprenden de forma natural y divertida. Entre flores, árboles y animales, se despierta su curiosidad, creatividad e imaginación.

Descubriendo la ciencia: Observando las plantas, los niños descubren ciclos de vida, procesos de fotosíntesis, la importancia del agua y la luz. ¡Un laboratorio natural para pequeños científicos!

Sembrando hábitos saludables: Cuidar un huerto en familia inculca valores como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por el medio ambiente. Además, ¡qué rico disfrutar de sus propias cosechas!

En el último podcast de “Hoy se come” María y yo hablamos también de la importancia de involucrar a los peques en la elaboración de los alimentos, y eso comienza en que entiendan de dónde viene lo que compramos en el mercado…

Por supuesto que nos acompañen a comprar, que cocinen con notros hará que entiendan mejor todo el proceso de la alimentación.

No sólo se trata de comer y además conociendo la procedencia de los alimentos y cómo crecen las plantas, despierta en los niños una alimentación más consciente y saludable.

Un regalo para el planeta

Conectar a los niños con la naturaleza desde pequeños les inculca valores como la responsabilidad ambiental y el respeto por nuestro planeta.

Guardianes de la Tierra: Aprenden la importancia de cuidar las plantas, el agua y los animales, convirtiéndose en pequeños guardianes del medio ambiente.

Un futuro sostenible: Educar a las nuevas generaciones en el cuidado del planeta es fundamental para construir un futuro más sostenible.

Salir a explorar parques, sembrar un pequeño huerto en casa o cocinar recetas con ingredientes frescos son solo algunas ideas para que nuestros hijos se conecten con la naturaleza. ¡Un regalo que les beneficiará a ellos, a nosotros y al planeta!

Hasta aquí, seguro que lo has pensado alguna vez pero además de “apartar” a nuestros hijos de las pantallas…

La conexión con la naturaleza juega un papel fundamental en el desarrollo de los niños, incluyendo su capacidad para aprender a lidiar con la frustración que es el gran problema, unido a ser incapaces de estar jugando a la misma cosa durante más de 2 minutos seguidos

¿A tu hijo también le pasa? O la gran frase del “Me aburro”…

A continuación, te explico todo lo que nos puede traer el contacto con la naturaleza que quizás no te habías planteado:

  1. Desarrollando resiliencia:

La naturaleza como maestra: La naturaleza presenta desafíos constantes, como plantas que no crecen, insectos que comen las cosechas o el clima cambiante. Enfrentar estas situaciones de manera natural les enseña a los niños a ser perseverantes, adaptarse a los obstáculos y encontrar soluciones creativas.

Aprendiendo de los errores: En el proceso de cuidar plantas o cultivar un huerto, los niños cometerán errores. Sin embargo, la naturaleza les brinda la oportunidad de aprender de ellos, corregirlos y seguir adelante. ¡Una valiosa lección para la vida!

  1. Fomentando la paciencia:

Ritmos naturales: La naturaleza nos enseña que todo tiene su propio ritmo. Las plantas crecen despacio, las estaciones cambian y los animales tienen sus propios ciclos. Observar estos procesos ayuda a los niños a desarrollar paciencia y comprender que no todo sucede de forma instantánea.

Esperar la recompensa: Cuidar un huerto requiere tiempo y esfuerzo. Los niños deben esperar pacientemente a que las semillas germinen, las plantas crezcan y den frutos. Esta experiencia les enseña la importancia de la perseverancia y la satisfacción de ver el resultado de su trabajo.

  1. Tolerando la incertidumbre:

La naturaleza impredecible: El clima, las plagas o los animales salvajes pueden afectar las plantas y los cultivos. Esto expone a los niños a la incertidumbre y les enseña a adaptarse a situaciones inesperadas, tolerando la frustración que esto pueda generar.

Aprendiendo de los imprevistos: La naturaleza nos recuerda que no todo está bajo nuestro control. Enfrentar imprevistos en el jardín o el huerto les enseña a los niños a ser flexibles, buscar soluciones alternativas y aceptar que no siempre se puede lograr lo que se desea.

En resumen:

La conexión con la naturaleza ofrece un espacio único para que los niños aprendan a lidiar con la frustración de manera natural y positiva. A través de la experimentación, la observación y el cuidado de las plantas, desarrollan habilidades esenciales como la resiliencia, la paciencia, la tolerancia a la incertidumbre y la capacidad de aprender de los errores. ¡Un regalo invaluable para su desarrollo personal y emocional!

Ahí lo dejo, quizás es el momento de pensar qué podemos hacer para que algo cambie…Porque el mundo que les estamos dejando a nuestros hijos da mucha pena.

Y ayer leía una noticia que me hizo pensar…

Leí a Sandra Uve, divulgadora científica: “Los niños y niñas necesitan referencias actuales porque ya no se van a identificar con una Marie Curie”…

 

Y creo que es verdad, no se identifican con científicos o ven lo que han conseguido y después de eso leí el artñiculo de la OMS donde alertan sobre 4 nuevas superbacterias resistentes a los antibióticos…

 

Voy a compartir un fragmento del artículo que me ha parecido muy muy interesante:

 

Los niños se tienen que frustrar. Se tienen que equivocar porque en eso consiste educar y crecer y tenemos que dejarles que se equivoquen, que se caigan y que sepan qué es el daño. Hace poco, una gran científica, Celia Sánchez Ramos, que está en mi libro y en la enciclopedia, me dijo: “Lo más difícil no es protegerlos, es darles alas”.

Y qué razón tiene madre mía.

Yo hoy he querido hacerte reflexionar porque yo también lo he hecho estos días. Menos pantallas y más naturaleza porque sin duda les va a brindar muchísimas más herramientas para su presente y para su futuro.

 

Y con esta reflexión te dejo hasta el próximo podcast que es el último del mes y por supuesto es con mi querida María Marqués dentro de “Hoy se come”

Recuerda que tienes más de 150 podcast que te ayudarán en la bonita pero a veces dura tarea de la maternidad y crianza de nuestros peques.

Este podcast cuenta con la colaboración de Turismo Castilla-La Mancha

Nos vemos el jueves que viene y recuerda que si quieres estar actualizada de todo te espero en mi Instagram @yolanda_velaz y también en TikTok y en www.nadiecomomama.com

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